Todos hemos oído hablar de un fármaco llamado Sintrom (utilizado en accidentes cerebro vasculares), creo que
todos tenemos un conocido que periódicamente acude a su centro de salud a
hacerse las engorrosas pruebas del Sintrom. Pero, ¿Realmente sabemos para que
sirve este fármaco?. Y lo más importante. ¿Existen alternativas más eficaces?.
Vamos por partes.
Aunque popularmente es conocido con el nombre de Sintrom, lo cierto es
que originalmente nos encontramos ante un medicamento o fármaco anticoagulante, cuyo
nombre comercial es Acenocumarol.
Se trata de un medicamento
anticoagulante, cuyo fin médico es el de mantener la coagulación sanguínea de
manera controlada, pero con menor intensidad de coagulación.
Explicado de forma más
sencilla, podemos decir que se trata de un fármaco que lo que consigue es que
la sangre se vuelva más líquida, alcanzando una protección más eficaz frente a
la embolia o la trombosis, con un menor riesgo hemorrágico.
El Sintrom tiene el inconveniente de que no se puede dar en una
dosis fija, sino que hay que realizar analíticas con cierta frecuencia para
conocer cómo de anticoagulada está la sangre. El control del Sintrom se hace
mediante un parámetro en la analítica llamado INR. Si la dosis de Sintrom que
está tomando el paciente es insuficiente, la sangre tendrá una coagulación
normal (INR bajo), como si no estuviese tomando el fármaco, por lo que habrá
que subir la dosis. Si la dosis es excesiva (INR alto), la sangre estará muy
anticoagulada y habrá riesgo de que se produzcan hemorragias.
Otro de los problemas del sintrom es que la Vitamina K
funciona como un “antídoto” para el efecto anticoagulante, por este motivo la
dosis de medicación va a ser dependiente de los niveles de vitamina K del
paciente. Pacientes con dietas ricas en vitamina K necesitarán dosis más elevadas
de Sintrom para su control.
El problema ocurre cuando un paciente tiene hábitos alimentarios
muy cambiantes y se adapta a las temporadas variando la cantidad de alimentos
ricos en vitamina k (verduras de hoja verde fundamentalmente).
Por ejemplo en primavera cuando los espárragos son frescos,
abundantes y a buen precio se aumenta el consumo y con ello la cantidad de
vitamina K ingerida disminuyendo el efecto del Sintrom bajando el INR .
En la actualidad hay unos nuevos medicamentos anticoagulantes
que tienen un efecto similar o superior al Sintrom (no diré su nombre para evitar publicitar a las farmaceuticas), pero que no precisan estos
controles o extracciones de sangre periódicas. La gran ventaja de los
nuevos fármacos frente a los clásicos se resume en que el paciente gana calidad
de vida y el médico, seguridad, ya que «un tercio de los enfermos no están
tratados principalmente por el miedo a los efectos secundarios», afirma Harold
Darius, de la Clínica Vivantes Neukölln de Berlín (Alemania).
Sí. Hay nuevos anticoagulantes que no requieren monitorización,
son igual de eficaces o incluso más, previenen los ictus por trombosis y son
más seguros porque reducen las arritmias más graves.
El problema es la financiación. Son 70 veces más caros. . Un
tratamiento con sintrom tiene un costo de un euro, mientras que con los nuevos
anticoagulantes sale por 60 o 70 euros: 60 u 80 veces más. Teniendo en cuenta
que hay 880.000 pacientes con sintrom en España supone un dineral, y las autoridades sanitarias restringen su uso a determinados supuestos que varían en función de la comunidad autónoma en la que resida.
Lo que nos parece razonable es que las autoridades sanitarias nos permitan elegir a los pacientes el tipo de anticoagulante que queremos tomar aunque tengamos que pagarlo de nuestro bolsillo. Yo prefiero dejar de salir a cenar un sábado con los amigos y pagar el medicamento .
Lo que nos parece razonable es que las autoridades sanitarias nos permitan elegir a los pacientes el tipo de anticoagulante que queremos tomar aunque tengamos que pagarlo de nuestro bolsillo. Yo prefiero dejar de salir a cenar un sábado con los amigos y pagar el medicamento .
Si toma este medicamento, no dude en consultar a su médico la posibilidad de tomar uno alternativo. Seguro que se sorprende con las posibilidades existentes hoy en día.